Los hermanos Russo no pierden el tiempo y, más importante aún, no le hacen perder el tiempo al espectador de Captain America: The Winter Soldier la secuela fílmica del héroe americano de referencia, nuevo fruto de Marvel Studios.
Capitán América 2 es, quizás, la mejor película por el momento de
esta Phase 2 de Marvel. Y si bien hay entes en la red clasificándola de
continuación directa de los Vengadores, esta película es todo menos eso.
Tiene aplomo suficiente y sustancia como para sostenerse por si misma
y, eso sí, ser una pieza clave en los acontecimientos que se avecinan en
la cada día menos lejana Vengadores 2: La Era de Ultrón.
Hace apenas un año Tony Stark nos dejaba algo fríos con la tercera
entrega de Iron Man. Si bien era una película con un planteamiento
interesante, capaz de darle un giro a conceptos como Extremis o El
Mandarín, es probable que la cosa se pasara de rosca. Ver a un Tony
venido abajo tras nueva York y que apenas empleaba su brillante armadura
decepcionó a más de un fan marvelita. Y como blockbuster para el
público genérico (que es al que realmente van dirigidos estos films, no
sólo a los comiqueros) tampoco terminó de cumplir, pese al nuevo ritmo
que Shane Black supo darle al personaje.
En el caso de Thor, estrenada a finales de 2013, la cosa pintó
diferente y Alan Taylor nos trajo lo mejor del Asgardiano, aún por
mostrar, al tiempo que echaba raíces más allá de Asgard, interconectando
de modo interesante al dios nórdico con el resto del universo Marvel
cinematográfico a través de comentarios o cameos. Pero claro… es Thor… y
nunca llegará a ser o a dar de sí lo que sus hermanos mayores, el
Vengador Dorado y quien nos traemos entre manos, el Capitán América.
Así pues, llegamos a este Capitán América 2: El soldado de invierno y qué nos encontramos? Pues con gran entusiasmo puedo decir que precisamente lo que Anthony y Joe Russo
han plasmado en la gran pantalla no es ni más ni menos que el Capi que
todos siempre quisimos ver. Parte de él, su lado más clásico, estaba
presente, por supuesto, en el primer film, presentación del personaje.
Joss Whedon nos mostró retazos de lo que la adaptación al siglo XXI
estaba siendo para el bueno de Steve Rogers. Pero amigos, es esta cinta
la que por fin nos muestra un Capitán América a plena potencia:
Adaptado, atlético, mortífero, fiel a sus principios e incluso
enfurecido. Pasen y vean al auténtico Super Soldado cumpliendo
eficientemente con su deber, escudo en mano.
Y qué mejor para mostrar todo esto que adaptar la genial etapa
escrita por Ed Brubaker que comenzó con la aparición del Soldado De
Invierno, personaje que haría tambalearse los cimientos de Steve Rogers?
En la gran pantalla, el Capitán (Chris Evans)
colabora con S.H.I.E.L.D hasta que se convierte en objetivo de la
organización tras verse implicado en un atentado contra Nick Furia (Samuel L. Jackson).
El ataque destapa una conspiración nacida en el seno de S.H.I.E.L.D y cuyos orígenes están en la mismísima
Segunda Guerra Mundial. Y por si eso fuera poco, está el Soldado de
Invierno (Sebastian Stan), un enigmático asesino que le pondrá las cosas difíciles al Capi y que oculta un oscuro secreto.
Finalmente Steve Rogers toma conciencia de quién es y de su misión
del modo más directo y trágico posible. Es un héroe? Una simple
herramienta gubernamental? Un peón en una guerra entre organizaciones
que se remonta a décadas atrás? En quién puede confiar? Nada sobra aquí.
Pasado y presente se entremezclan en esta película sin requerir de
flashbacks innecesariamente extensos (jugando los Russo con otros
recursos mucho más interesantes para introducirnos en la historia). Cada
plano cuenta. La acción da comienzo a los pocos minutos y acaba sólo
con los títulos de crédito. Marvel Studios ha sabido exprimir las más de
dos horas que dura la cinta para contarnos todo cuanto nos faltaba por
saber acerca de Steve Rogers, Natasha Romanov (Scarlett Johansson
en su versión más misteriosa de la súper espía) o Nick Furia. De hecho,
el coprotagonismo del Capi con todos estos personajes (esto parece un
Marvel Team Up), resultado de una saga de películas que suma ya ocho
títulos (diez si sumamos las dos versiones de Hulk) es uno de los puntos
fuertes de “Soldado de Invierno”, hasta el punto de convertir esta en
una película no sobre el Capitán, sino sobre SHIELD. De hecho me
pregunto hasta qué punto los acontecimientos aquí narrados afectarán a
la contrapartida televisiva de la agencia de espionaje. El bagaje se
convierte aquí en una ventaja. Todos conocemos ya a los personajes así
que toca ponerlos en acción.
Pero aquí llega el punto fuerte. Capitán América 2: El soldado de
Invierno, no sólo es una buena peli comiquera, es que es una buena
película. Es una cinta de acción trepidante, es un cómic llevado al
cine, es una buddy movie (genial la relación del Capi con la Viuda Negra
y con su compañero Sam Wilson a.k.a El Halcón -Anthony Mackie
en la vida real-) y es una película con un interesante mensaje
político. Es cierto, forma parte de un universo mucho mayor y los
continuos cameos y menciones de personajes reconocibles (algunos de
ellos nunca vistos en celuloide…. sorpresas!) así lo confirma. Pero es
que además es sólida en sí misma y por eso, esta vez sí, Ma rvel
Studios ha creado un producto con un tono algo más serio y oscuro que de
costumbre que funciona tanto con el fanboy marvelita como con el
espectador medio que simplemente acude a ver el blockbuster de acción de
moda, palomitas en mano.
En resumen: Capitán América: El soldado de Invierno es un producto
bien rematado que merece ser visto, tanto si leíste el cómic, como si
eres fan del universo Marvel cinematográfico o simplemente te gustan los
thriller políticos o el buen cine de acción. 136 minutos que
representan una nueva puerta abierta de cara al futuro vengador (más aún
si por supuesto esperáis al menos a la primera de las escenas
postcréditos y contempláis lo que se nos viene encima).
Y para los que nos quedamos con ganas de más, siempre nos quedará el
Capi de papel, ahora en manos de Rick Remender y nuestro compatriota el
grandísimo dibujante Carlos Pacheco.
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