Buenas amiguitos y amiguitas. Sed
bienvenidos a ASIAN CONNECTION. Noticias comiqueras desde el otro lado del
mundo.
Es curioso, porque lo primero que nos
viene a la mente cuando hablamos de cómic asiático es, por supuesto, la palabra
MANGA. Incluso Manwa si nos ponemos algo mas coreanos y "gafapaster".
Pero damas y caballeros, Asia es como los
Transformers, "more than meets the eye", mucho más de lo que parece.
Hay mundos más alla de Japón. Hoy en concreto nos trasladamos algo más al sur,
14 grados latitud norte, 121 grados longitud este para ser precisos. He ahí la
República de las Filipinas y heme ahí yo también.
Pero dejadme que os hable de este curioso
país. Pese a sus raíces españolas, poco queda de las Islas Filipinas de
Magallanes. Los filipinos quieren ser americanos. Estos seres bajitos, de piel
oscura y ojos achinados, se acuerdan más de McArthur que de Miguel López de
Legazpi. A nada y menos están de ser el quincuagésimo primer estado de los USA.
Amantes de la NBA, del Kentucky Fried Chicken y del cine Hollywoodiense, en
Filipinas se mezclan el horterismo asiático con el acento tejano.
Y claro, como buenos pseudo
norteamericanos, no podía faltar uno de los productos por excelencia nacido en
los estados unidos: el cómic.
Presente en cada librería, el cómic
americano es todopoderoso en las islas Filipinas. Visitar una tienda de cómics
en este país es casi una experiencia religiosa. Miles de ejemplares para todas
las edades, tocando todos los géneros y de todas las editoriales posibles
forran las paredes de estos centros de reunión frikis. Títulos que jamás
llegarán a España son importados desde "los Estates" cada mes. Aquí
los lectores acérrimos saben lo que se hacen señores.
Pero no sólo el cómic norteamericano y el
manga japones copan el mercado filipino. Como podéis imaginar, el amor por el
noveno arte ha llevado a este país a generar una poderosa industria del tebeo y
a engendrar una serie de artistas de alta calidad. Eso sí, la influencia
superheróica es indiscutible.
Con versiones filipinas de casi todos los
héroes habidos y por haber, el tebeo nativo de género acaba por convertirse
aquí en prácticamente una parodia. La otra rama posible es el extremo
contrario, el más puritito cómic indie, experimental, alternativo y radical.
Sin embargo, hay varios autores que han
sabido desmarcarse y llamar mi atención como lector. En especial aquel a quien
hago referencia hoy: Gerry Alanguilan.
Gerry Alanguilan es el autor de la novela
gráfica mas premiada surgida de tierras filipinas: ELMER.
Alanguilan dejó sus estudios de
arquitectura para volcarse en su hobbie y tratar de llevarlo al entorno
profesional (no sólo porque le gustase sino porque su novia por aquel entonces
también estaba involucrada en este mundillo).
Como buen autor filipino, los primeros
trabajos de Alanguilan tuvieron relación con los superhéroes americanos (como
apunte añadiré que muchos dibujantes filipinos acaban en Marvel o DC
convirtiéndose en entintadores de otros grandes autores) En concreto,
Alanguilan entintó trabajos de Leinil Francis yu y Whilce Portacio.
La primera obra de creación propia de
Gerry Alanguilan fue Wasted, la cual curiosamente avergonzó al artista dadas
las grandes dosis de violencia que contenía. Pese a que Wasted fue pensado como
un tebeo para ser leído por los amigos del autor, aquel libro acabó siendo
publicado. Y de hecho, fue Wasted lo que llevó a Alanguilan a ser conocido en
Estados Unidos y a crear nuevos títulos como Johnny Balbona, Humanis Rex!,
ELMER, Timawa y Where Bold Stars go to Die, obras que inluso atrajeron la
atención de autores sobradamente conocidos como Neil gaiman o Warren Ellis.
Pero es ELMER la obra que mejor describe
a este escritor y dibujante. Un cómic que satiriza el racismo, Elmer es la
historia de una familia de pollos inteligentes que lucha por sobrevivir en el
complicado mundo de los humanos y por hacerse un hueco como una raza más.
Elmer plantea un mundo donde los pollos han adquirido una gran inteligencia así como la habilidad de hablar y se centra en uno de esos pollos en particular, Jake Gallo, mientras éste explora las hazañas que su padre, Elmer, realizó en pos de lograr la igualdad de derechos para con el resto de razas humanas.
ELMER es una de esas novelas gráficas que
plantean un elemento fantástico pero cuentan la mas cotidiana y a la par
sorprendente de las historias. Y lo hizo tan bien, que esta obra se llevó el
Quai des Bulles francés en 2011, el premio al mejor álbum asiático, una
nominación a los preimos Eisner, así como varios premios a las artes visuales.
Este es pues el descubrimiento del día,
el filipino Gerry Alanguilan y esta la recomendación desde Asian Connection:
ELMER. Un plato típico filipino con aroma a cómic norteamericano. Una obra
crítica, profunda y más que disfrutable que merece la pena degustar.
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