lunes, 7 de enero de 2013

Superuseless superpowers…


Lo sé, lo sé. No todo por estos lares son mallas ajustadas y capas… pero es que sientan tan bien. En esos esculturales cuerpos… estooo… uno empieza y no para, vaya. En fin, que mientras acabo de prepararme una nueva entrada sobre mitología japonesa, hago una aportación al mundo superheróico.


Lo cierto es que ya se ha hablado mucho de esto a lo largo y ancho de la blogosfera, de lo absurdo de algunos de los superpoderes de nuestros héroes favoritos. Pero ahí están, y me hace ilusión recordarlo de vez en cuando. La idea me sobrevino tras golpearme en la cabeza con el lavabo al resbalar cuando trataba de colgar un reloj de pared en el baño subido en el retrete. O no, quizás no fue así. Tal vez fuese al recordar un blog que descubrí hace años llamado “Superuseless superpowers”, donde unos cuantos gamberros se hacían eco de superpoderes tan inútiles como el “flight in flight”, la capacidad de volar… solo cuando vas dentro de un avión, el “13th bulletproof”, o la habilidad de ser antibalas… a partir del decimotercer balazo, o el “Short range teleportation”, poder que te permite teleportarte a distancias… ¡de sólo unos milímetros! Ideal para los amantes del popping.
Ahora bien, más allá de este divertido blog, la cuestión es que, por absurdo que parezca, a lo largo de la historia comiquera, han existido personajes con poderes, si cabe, aún más ridículos:

-  Kolor Kid: Fue un tipo con la habilidad de cambiar el color de las cosas. Muy útil cuando te toca redecorar tu vida. Y encima tenía el peinado de Logan...

- The Mess: Sin duda, sería en archienemigo de mi madre, un muchacho con la capacidad de atraer toda la suciedad de su alrededor. Junto con Kolor Kid, te dejan la casa monísima.

- Matter-Eater Lad: Un miembro de la Legión de Superhéroes capaz de comerse todo lo que le echen. Un estómago a prueba de bombas. Una vez le llamaron para comerse la máquina que destruiría el mundo, así de fácil. Este sí podría arreglar los desperfectos producidos por The Mess.

- Mister Midnite: El héroe con el poder de parar el tiempo… perdón, ¿he dicho tiempo? Quería decir los relojes. ¿Que no es lo mismo? Pues parece que no. Yo soy de los que siempre llegan tarde y le odiaría. No me extraña que sólo durase dos números. Con el juego que podría haber dado…

-  Joan Dale, creada por Quality Military Comics en el 41, podía transformar a los nazis en palomas. Muy simbólico, pero claro, Norteamérica cambió de enemigos… y se ve que con los rusos, por ejemplo, no funcionaba la cosa.

-  Unus, el Intocable y Rayo Negro: Añado estos dos, porque son dos iconos de Marvel que me encantaban de peque pero que dan mucha penita, el primero, porque murió al crear un campo de fuerza tan impenetrable, que ni el oxígeno pudo pasar y ¡ale!, asfixiado. Y el segundo, porque pese a ser el líder de los inhumanos, que es muy molón, si tu poder es que al emitir cualquier sonido por medio de tus cuerdas vocales destruyes todo a tu alrededor, lo siento, pero jamás podrás ir a un karaoke (o a un castingo de O.T) y chico, eso es muy triste.


En definitiva, que  poseer superpoderes no es siempre la mejor opción y ¡oye!, que hay  muchísimos más superpoderes, mucho más absurdos, inútiles o engorrosos, pero yo he hecho sólo una sencilla selección como muestra empírica de mi teoría.
Y hablando de teorías… ¿Os conocéis aquella que explica el porqué de la elasticidad e indestructibilidad de los pantalones de Bruce Banner al convertirse en Hulk, así como su tendencia a volverse morados? Lo explicaremos en próximos posts niños y niñas.


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