lunes, 18 de marzo de 2019

Crítica: LOVE DEATH & ROBOTS


Todos queremos ver a Hitler sufrir muerte por kiki. 

Love Death and Robots es quizá lo que ha quedado de la primigenia idea que Tim Miller y David Fincher tuvieron en sus cabecitas cuando se planteaban resucitar Heavy Metal. Y a diferencia de lo que le ocurrió a Zack Snyder, que también se vio en esas mimbres y cuya historia derivó quizás en Sucker Punch, en el caso de estos dos genios, sus degenerados cerebros han dado a luz a una antología de 18 cortos de entre 5 y 17 minutos de pura gloria, excesiva masculinidad, bastante adrenalina, algo de poesía, ciertas dosis de absurdo, muchos gatos y cachondeo padre que, en general dejan un resultado claro: Una sonrisa en la boca y la idea de que LDR es un despendole que no se toma en serio a sí misma, que es golosina para nuestros sentidos y que por eso se disfruta mogollón, en un primer, un segundo y hasta un tercer visionado. 

Me encanta la libertad creativa que rezuman estos 18 cortometrajes animados, realizados por muy diversos estudios de animación de distintas nacionalidades y que son, reflejo 100% de por donde va la cosa en el mundo de la producción audiovisual animada, más cercana al mundo videojueguil que al cinematográfico. Sólo hay que echar un vistazo a los estudios:

  • Digic Pictures (Hungría): Guerra Secreta y Ice Age = Destiny 2 y Rainbow Six Siege
  • Unit Image (Francia): Más allá de Aquila = God of War y Beyond Good and Evil 2
  • Platige Image (Polonia): Noche de Criaturas Marinas = Metro Exodus y Dishonored
  • Redo Culture House (Korea): Buena Caza = Overwatch y Voltron
  • Blur Studio (LA): La ventaja de Sonnie, Trajes, Metamorfosis, la edad de hielo = Far Cry y Shadow of the Tomb Raider

Mención especial a la representación española: Alfredo Torres y Víctor Maldonado, diseñador de producción y director de una peli de animación que me encantó en su día, Nocturna. Una joyita que os recomiendo. Y que además, han currado con Guillermo del Toro y son los responsables del diseño de los portas de otra serie que me encantó, Trollhunters. 


Aquí, los españoles son los abanderados del humor, pues Torres y Maldonado se han encargado de dirigir las tres piezas más desenfadadas de la antología. 3 robots, yogur al poder e Historias Alternativas. 

La Guerra Secreta, Más allá de Aquila o Afortunados 13 me hacen darme de llebo con la teoriá del Valle Inquietante (cuanto más se parecen a los humanos más nos inquietan)

La ventaja de Sonnie tiene un momento tremendo durante la batalla de bestias, que representa una violación, que a mí me puso el corazón y las vísceras en un puño. 

La Testigo, tiene una portentosa animación, hiperfluída, creativa, colorida, cercana a un videoclip de Marilyn Manson y que emplea lenguaje narrativo del comic, como las onomatopeyas al más puro estilo Spiderman: Into the Spiderverse. 

Mano amiga: Un premio para los diseñadores de sonido. 

La Edad de Hielo: Bien recuerda al episodio de la Casa del terror de los Simpson en que Lisa descubre una civilización. 

Casi todas las historias han sido escritas por Philipp Gelatt y muchas provienen de novelas cortas a las que ahora, hay que hincarles el diente obligatoriamente XD

¿Qué plantea el hecho de que Netflix de un salto de fe con una antología así, repleta de violencia, gore y sensualidad? Con respecto a su competencia, la HBO. Ya hemos visto ejemplos de esto en Big Mouth, o en el anime de Devilman Crybaby. La una con experiencias sexuales adolescentes y la otra con directamente sexo y ultraviolencia. Netflix, como la vida, se abre camino. 

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