miércoles, 27 de diciembre de 2017

STAR TREK DISCOVERY - Análisis

El Capitán Gabriel Lorca, interpretado por Jason Isaacs, es el nuevo e intrépido líder de la nave protagonista de la Federación, que da nombre a esta serie, la USS discovery. Una nave que sirve a la flota en la línea temporal de la serie original (no la de las películas), precisamente 10 años antes de Kirk y Spock. Esta nave es más oscura, más dura… estamos en tiempos de guerra. Se acabó la exploración. Este es el Star Trek de Alex Kurtzman y Bryan Fuller. Y a mí me ha tenido enganchado cada lunes a Netflix. 
De hecho la serie comienza con un episodio doble que es puro cine y nos presenta a la otra gran protagonista de esta nueva saga, Michael Burnham, humana criada en Vulcano bajo la lógica vulcana de Sarek, el mismísimo padre de Spock. 
Michael, bajo el mando de la capitana Philippa Georgiou, es quien desencadena la guerra entre el imperio Klingon y la federación de planetas. Finalmente tras un tiempo en prisión por motín, Burnham, interpretada por Sonequa Green (walking Dead) acaba en la nave de Lorca, una nave especial, donde el teniente Paul Stamets ha creado un Motor de Esporas que les permite teletransportar todo el vehículo a prácticamente cualquier punto de la galaxia y convertir a la Discovery en el arma con el que se ganará la guerra. 


Algo innovador es que el prota es alguien externo a la nave y no el capitán, lo que nos permite conocer la tripulación y la misión de la Discovery desde otro punto de vista. Burnham es además un personaje de lo más interesante. Criada bajo la fría lógica vulcana, rechazada por su academia y rechazada por la federación. Es la hermanastra de Spock, pero incluso su padre adoptivo, Sarek, la considera indigna… o no. 
En cierto modo, Discovery plantea un universo totalmente distinto al de sus predecesoras. Se acabó el optimismo y el idealismo. Estamos en pleno conflicto. Pero eso precisamente la hace mucho más interesante, por explorar tiempos oscuros que llevaron a la generación con la que crecimos a pensar como piensan. Esto ya lo hizo DS9, pero de refilón. 
Además, se aprecia el estilo narrativo de la serie de 15 capítulos al estilo netflix, que, aunque presenta pequeñas misiones por episodio, mantiene activo un arco argumental que unifica toda la serie.  
Este discovery tiene un cierto parecido con el remake de BattlestarGalactica y con lo que este hizo frente a la serie original. La oscurecio y la hizo más intensa. 
Y le dio un papel más importante a los enemigos, los Cylons, o aquí, los Klingons, a quienes redescubrimos como especie, no sólo en lo físico, que ha sido rediseñado (ahora los Klingons carecen de cabellos o vello facial y son más depredadores) sino que también redescubrimos su historia y su mitología, a sus clanes, su fanatismo y sus conflictos internos. Es fabuloso el trabajo de los actores que intepretan escenas completas en Klingon y que se han tenido que formar para hablar este idioma inventado a la perfección. 
Cabe destacar el diseño de producción. Fino y espectacular en la fotografía, en el CGI y en los cuidadísimos prostéticos que han sido diseñados con nuevas tecnologías como la impresión 3D y que nunca han lucido tan impresionantes como en este star trek Discovery. Sólo hay que ver al increíble Doug Jones en el papel del teniente Saru. 

En definitiva un nuevo punto de vista y de partida para relatar un momento histórico jamás relatado en la saga. La historia continua el 8 de enero. Por cierto destacar el AFTER TREK de la CBS.

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