domingo, 11 de marzo de 2018

ANNIHILATION: Análisis

Tras su éxito con EX MACHINA, Alex Garland nos quería deslumbrar trasladando al cine la que muchos decían que era imposible trasladar, premiada novela de Jeff vandermeer, la cual tiene temática y narrativa de difícil transición a la pantalla grande. 

Y aún cuando hace dos años que acabó la producción de Aniquilación, Paramount ha tardado en darse cuenta de esto y se ha asustado cuando el público de prueba ha calificado la película de demasiado intelectual. Ya las pasaron canutas con Mother de Aronofsky, así que para qué arriesgar más. Para qué gastar en distribuir Annihilation a nivel mundial? La estrenamos en USA y en una estrategia similar a la de Cloverfield paradox, se la vendemos a Netflix para que se encargue del resto en la pequeña pantalla.

Y así ha sido. Sin embargo, aunque una rareza, puedo decir que estamos ante un caso muy distinto del de la precuela de Cloverfield o del de la película de Duncan Jones, Mute.

Annihilation presenta una historia más consistente. Íntima y quizás no apta para pantalla grande pero lo era Ex machina? Garland (al que por cierto ahora se atribuye Dredd), siempre ha jugado al mismo juego. Entorno cerrado. Pocos protagonistas. Acontecimientos fantásticos. La fórmula es la misma. A mí me ha recordado al Stalker de Tarkovski, que también presentaba un grupo de personas entrando en una zona alienígena en busca de preguntas y respuestas sobre la condición humana. Aquí, Garland manda a un pequeño grupo de científicas al área X, una zona cerrada donde desde hace años, desde el aterrizaje de un meteorito, se ha creado un suceso extraterrestre llamado The Shimmer.

Esto, que puede parecer chorra al principio, se convierte en un viaje alucinante donde van dándose acontecimientos cada vez más extraños, y esa es la magia del film. Ese punto de tensión constante que nos entra al no saber qué ocurrirá a continuación. Afectará a nuestras protagonistas? Sobrevivirán? Por qué sucede todo esto? Cuál es el origen del misterio? Y la motivación de cada personaje? Garland sabe bien con qué cartas juega y cómo disponerlas sobre el tablero. Creo que sabe jugar con esa tensión, con el misterio y con el horror psicológico versus el más puro y físico. Ese momento disección y ese “oso”.

En definitiva, aunque en ciertos aspectos pueda parecer un popurrí de otros títulos, (hablamos de un grupo de personajes aislados a merced de fuerzas que desconocen y son potencialmente mortales) Aniquilación sigue siendo arriesgada y original. Natalie Portman es lo bastante potente como para mantener nuestra atención.

Y el ritmo de la historia, aunque lento, no es irregular. Es simplemente lento. Pausado. Asfixiante. Inmersivo. Y a la vez distante. Creando cada vez un ambiente más recargado y opresivo, tanto en lo narrativo como en lo visual y lo auditivo. Atentos al montaje de sonido de las escenas finales.

No le auguro continuación. Nunca veremos cómo la historia de Vandermeer sigue en la pantalla. No sabremos cómo este cerebral viaje, el de Lena hacia lo desconocido, continúa. El mensaje de Garland es que debemos ser pacientes. Desaprender del cine más actual que es gratificación constante a velocidades de vértigo. Y yo, comulgo con él. Al menos me queda el consuelo de que seguro que a más de uno, gracias a esta película, le ha picado el gusanillo de hacerse con las novelas. Y eso, ya es algo.

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