sábado, 17 de marzo de 2018

TOMB RAIDER (2018): Análisis

Por dónde empezar? Sinceramente, últimamente empezaba a pensar que soy un apocado al que todo le gusta que con todo se conforma. Pues gracias a Tomb Raider, me he dado cuenta de que no es así. Así que algo de bueno tiene. 



A ver, siendo justos, como peli es mejor que la versión de 2001 de Simon West con Angelina Jolie, pero casi peca de lo mismo, de estar confeccionada a base de fragmentos mal conectados que hacen la narrativa ineficiente y que mataron en su día la franquicia y pueden volver a hacerle mucho daño a esta nueva versión que, descaradamente se presenta como el origen de la leyenda y como punto de partida de una nueva saga.


Fijaos, me recuerda a los cuatro fantásticos, otra franquicia que trata de reescribirse constantemente, que trata de ser una y otra vez una historia de orígenes y que curiosamente no acaba de dar con la tecla correcta.

Con esta Tomb Raider, he tenido la sensación de que la oscarizada Alicia Vikander (para mí lo mejor de la peli), comienza siendo Lara, pero deja de serlo en el segundo cuarto de película y no vuelve a ser reconocible hasta justo antes de los créditos. Una pena porque ya digo, Alicia tiene mucho que aportar.

A ver, cuento con el handicap de haber sido un fanático del remake de este título. De haberlo disfrutado hace unos años con lágrimas en los ojos. De haber sentido miedo, tensión y de haber visto a una chica motivada pero inexperta crecer hasta convertirse en una auténtica aventurera. Esa era la clave del remake en consolas. El origen en sí de Lara, pero no el origen por el origen, sino los acontecimientos que machacan a la cría hasta endurecerla a través de un tremendo viaje de iniciación no carente de sangre, sudor y lágrimas. Qué ha pasado con la cinta de Roar Uthaug? A ver, el director partía de un reto difícil. El de mostrarnos algo distinto al juego a quienes lo disfrutamos en su día, contentándonos a nosotros, pero también a toda una nueva generación de fans de la Croft. Para mí, craso error? Convertir a Lara en una chica dependiente. Al final Lara depende de su padre. Como Jyn Eso estaba atada al suyo en Rogue One o Chunli al suyo en la leyenda de Chunli. Y no hacía falta. Lord Croft sobra totalmente. Lara tiene que valerse por si misma.

En todo caso eché mucho de menos a la tripulación que compartía el buque Endurance y destino con ella en el juego (sam, reyes, Jonah…) y que servía como elemento de apoyo y de motivación para la muchacha. Aquí todo es facilón. Una vez que llega a la isla, donde la historia ha de dar el gran paso, es donde pierde inercia hasta descalabrarse. Lo que decía antes. Lara sufre en la isla. Sí, se mete dos o tres guayas, sangra, grita… pero no crece. No, porque ya comienza formada como una Champion desde el principio. Así que no hay una evolución ni un arco de transformación como el que veíamos en el juego.

Aún y con todo esto (ya me he descargado bastante) la película es entretenida. Entiendo la limitación de tiempo. No podemos construir le personaje de Lara en hora y media como lo hacíamos en 20 horas de juego. Y la limitación de público. La cinta es bastante blanca, pensada por igual para adultos, jugones y niños que conformen una nueva fanbase. El final es un cliffhanger en toda regla. Esperemos que Lara vuelva y que lo haga con fuerza para sorprendernos.

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